martes, 23 de octubre de 2012

LA COLABORACIÓN ENTRE FAMILIA Y ESCUELA

LA COLABORACIÓN ENTRE FAMILIA Y ESCUELA (Centrada en educación infantil)


Sobre todo en esta etapa, las familias tienen un grado muy alto de protagonismo en la educación; sus prácticas de crianza consiguen logros muy complejos; introducirles en la realidad, en el uso y dominio de herramientas culturales, acompañarles en la construcción de su identidad, en definitiva, prepararles para vivir en un entorno humano que les servirá para desarrollarse como sujetos, cada uno con su propia historia. La peculiaridad de conseguir todo esto es que cada familia lo hace de una manera distinta, dando lugar a sujetos diferentes.



Las familias que acuden con sus hijos a la escuela infantil se sorprenden de que estos sean distintos a la par que idénticos con respecto a sus compañeros. También se sorprenden de que haya una mirada <<profesional>> sobre la crianza, sobre las decisiones de esta, pero todo ello en un marco de cotidianeidad que permite intercambios, preguntas, dudas....Además, ese intercambio no solo se produce con los profesionales sino que también están el resto de los padres y madres. El hecho de que podamos intercambiar pensamientos, opiniones...con personas que están pasando por situaciones similares, que tengan nuestras mismas inquietudes...se agradece y valora. Esto es de gran ayuda ya que se sienten menos culpables no siendo los únicos a los que les ocurre un o varios problemas determinados o simplemente dudas concretas sobre algo que les interese saber.

Los profesionales de la educación, mediante la acción educativa, plantean retos y se hacen propuestas. Goldschmied y Jackson (2000) valoran, por un lado, unas buenas relaciones entre la familia y la escuela que redunda en el bienestar del niño , pero advierten que las energías del profesorado no son inagotables y que, por lo tanto, hay que hacer un concienzudo examen de en qué se invierten.



Por otro lado, advierten que la etiqueta "padres" presenta una <<uniformidad engañosa>> que es conveniente replantearse a la hora, tanto de planificar y llevar a cabo estas actividades, como a la hora de valorar lo que parece que hay detrás y que denominamos <<colaboración>>.



En resumen, familia y escuela tienen que colaborar mutuamente. Hay que recordar a los padres que, aunque los profesores sean responsables de la educación de sus alumnos, los padres son los principales educadores. Por ello, se debe establecer una estrecha relación entre ambos "contextos" pues los dos tienen un único objetivo: el hijo-alumno al que hay que ayudar a crecer en todas sus dimensiones.




Bibliografía:


ALFONSO, C. (2003) La participación de los padres y madres en la escuela. Barcelona: Grao. 

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